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El verano se despidió con una disminución de los rindes de la pesca en el mar, aunque ésta se mantuvo hasta el momento en niveles que podemos definir como aceptables. Cuando el estado del mar lo permitió, no faltaron los piques de rayas, bagres de mar, la mayoría pequeños, burriquetas, roncadoras, algunos peces palos y los últimos chuchos y corvinas. La pescadilla, y la corvina dorada que suele aparecer a fines de febrero y deleitarnos con sus batallas hasta fines de abril, hasta ahora, ausentes sin aviso. También se capturaron con paternóster algunos pejerreyes, pero pocos de portes como para destacar.
Con los mediomundos la cosa estuvo bastante pobre, aunque algunas noches se lograron capturar pejerreyes en buena cantidad, brótolas y alguna que otra lisa. Los camarones ausentes sin aviso también. Lo mejor un par de lenguados y el porte de alguna de las lisas.
La pesca de embarcado se vio perjudicada por varias jornadas con vientos intensos, sobre todo del cuadrante Sur, pero cuando el mar permitió la entrada de los botes algo se pescó. Los pescadores artesanales no lograron los rindes esperados, pero salvaron las papas con cosechas aceptables, con las piezas de mejor calidad que las obtenidas desde la costa, sobresaliendo entre sus capturas corvinas y gatuzos.
En el Faro Querandí el panorama estuvo algo mejor que en las playas de la ciudad, y las piezas obtenidas fueron de mejor calidad. Se vieron algunas corvinas grandes, brótolas y peces palos, pero se nota claramente que comenzó la época de transición, en que se retiran las especies de verano y se acercan a la costa las de invierno, por lo que hay una buena diversidad, pero en acotadas cantidades.
Por el campo, siguen siendo buenas las noticias que llegan desde La Salada y desde Los Horcones, ya que ambas lagunas están manteniendo sus caudales. En la primera, las condiciones favorables alcanzaron el nivel suficiente como para habilitar el pesquero para la pesca con devolución obligatoria. Están saliendo pejerreyes de diveros tamaños, la mayoría pequeños, pero comienzan a verse algunos de 25, 30 y hasta 35 centímetros. Vayan, pasen un buen día, pesquen y devuelvan las piezas al agua. En Los Horcones también hay posibilidades de despuntar el vicio y verle la cola a algún pejerrey. Se habilitó según cuentan la pesca de embarcado, y si los peces alcanzan la medida se puede conservar el cupo permitido, que sugiero pregunten al concesionario en que número se encuentra. Piensen que esta laguna hace menos de 2 años estaba seca; ahora tiene agua y peces. Pesquen “con la cabeza” y cuídenlos.
En los arroyos y canales de la Ruta 11 el pique aflojó mucho, pero siguen siendo una buena opción para llevar a los más chicos, ya que no faltan los bagres y dientudos; así que llevando camarón y lombriz, como las carnadas más rendidoras, la dirección está asegurada.
En la albufera de Mar Chiquita se logran algunos pejerreyes lindos de embarcado, y pequeños desde la costa, más la posibilidad de lisas y lenguados. Agregar entonces en la valija las líneas para estas especies, y en el balde de las carnadas las tiritas de corazón y el colorante para teñirlas.
Otros pesqueros para recomendar son los de la Ruta 56: “El chancho”, “El galloso” y “Canal 2”, donde están sacando buenas taruchas, la mayoría a fondo con carnadas, carpas y bagres, sobre todo a partir del atardecer.